Pensarse la organización, visualizar cómo puede crecer y avanzar, idearse una estrategia y ponerla en marcha, es la misión del gerente.

El gerente debe ser un líder capaz de transformar una visión en realidad y debe tener claro que no está solo, cuenta con un grupo humano, que será dentro de la organización el reflejo de cada una sus acciones y decisiones. De eso que dice y hasta de lo que calla, de sus actitudes y sobre todo de su ejemplo de vida.
Y es precisamente en lo cotidiano, desde los pequeños detalles, desde cada una de sus acciones u omisiones, desde donde se construyen las directrices que orientan el norte de la organización y determinan el futuro de la empresa.
Las maneras de pensarse la organización determinan la toma de decisiones, los valores que la identifican y sus formas de ser, de comunicarse, de aprender.
La organización es un fiel reflejo del pensamiento del Gerente, por ello la invitación de hoy es que nos dispongamos a revisar nuestra manera de pensar para que renovemos nuestra manera de dirigir.
Para encontrar nuevas formas de comunicarnos, relacionarnos, dirigir, impulsar y motivar el trabajo del talento humano que hace parte de nuestras empresas, para lograr el desarrollo estratégico de la organización.
Para aprender a desarrollar una organización inteligente que ofrezca su máximo potencial y cuente con la visión estratégica que le permita crecer, posicionarse y renovarse siempre.